viernes, 7 de junio de 2013

Vitaminas


Contenido
Introducción:
Concepto
Beneficios
Características
Clasificación
VITAMINAS HIDROSOLUBLES
La vitamina C o ácido ascórbico
Complejo B: 
Vitamina B1 o tiamina
Vitamina B2 o riboflavina.
Vitamina B3, niacina o nicotinamida
Vitamina B5 o Ácido pantoténico
Vitamina B6 o piridoxina
Vitamina B8, H o Biotina
Vitamina B9, Ácido fólico o folacina
Vitamina B12 o cianocobalamina
VITAMINAS LIPOSOLUBLES
Vitamina A o retinol 
Vitamina D
Vitamina E.
Vitamina K 
Bibliografía






Introducción:


El presente trabajo tiene como objetivo principal describir la importancia de las vitaminas en una dieta equilibrada vinculada al bienestar y salud de las personas.

Una alimentación responsable debe tener en cuenta estos elementos necesarios para una vida plena, para lo cual es necesario saber a que contribuyen y que problemas trae el déficit de cada una de ellas.

Por lo tanto se describirán las características de cada vitamina y su funcionalidad, así como los efectos de su carencia.

 




Concepto

“Las vitaminas son nutrientes esenciales que ayudan a que nuestro cuerpo funcione con normalidad”.
 (Brown & Chalem, 2010, pág. SP).
“Son necesarias para muchas reacciones y mecanismos bioquímicos de nuetros organismo”. Deben ser aportadas por la dieta, ya que el organismo no las sintetiza por sí solo.
(Kornblit & Mendes Diz, 2005, pág. SP)
Otra definición formal es que “Las vitaminas son un grupo de sustancias de naturaleza orgánica que están presentes en pequeñas cantidades en los alimentos, y que son imprescindibles en los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos.”
Estas no dan energía y no producen calorías por qué no se utilizan como combustible. Sin ellas el organismo no tiene capacidad de aprovechar los elementos constructivos y energéticos de los alimentos o nutrientes. (Gil, 2005, pág. 61)

Estas son una parte vital de una dieta saludable. Si una persona ingiere una variedad de alimentos, la probabilidad de desarrollar una deficiencia de estos nutrientes es muy baja. Sin embargo, quienes siguen regímenes muy restrictivos pueden no ingerir suficiente cantidad de una vitamina en particular.
(Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 694)

Como vemos, las vitaminas son elementos vitales para que un organismo se mantenga saludable. Un elemento a destacar es evaluar el estilo de vida y características de cada persona, ya que la edad,  su salud y si práctica o no ejercicios, y cuales, son, entre otros factores, determinantes para seleccionar que vitamina y cantidades debe ser tenido en cuenta en su ingesta diaria.

Beneficios

La carencia de vitaminas en los alimentos que se consume diariamente, en una persona a largo plazo puede acarrear o facilitar la aparición de enfermedades.

Pueden contribuir a reducir el riesgo de que se desarrollen muchas enfermedades severas, como las patologías cardiacas, el cáncer, la enfermedad de alzhéimer y la artritis. También muchos médicos usan las vitaminas para el tratamiento de enfermedades.
(Brown & Chalem, 2010, pág. SP)

Como vimos anteriormente en cada ciclo vital de cada persona los requerimientos de nutrientes pueden ser diferentes. “Un aumento de las necesidades biológicas requiere un incremento de estas sustancias, como sucede en determinadas etapas de la infancia, el embarazo, la lactancia y durante la tercera edad.”
Las vitaminas intervienen en las reacciones bioquímicas del cuerpo, llegando a través del torrente sanguíneo, siendo elementos precursores de enzimas que inciden en el funcionamiento de las células.
De acuerdo al estilo de vida de cada persona, hay ciertas vitaminas que no se encuentran presentes en los alimentos, por lo cual es necesario ingerirlas por medio de suplementos elaborados prescriptos por profesionales. 
Esto ocurre, por ejemplo, cuando la persona consume excesiva cantidad de alcohol o tabaco o café, o  en situaciones de stress, que provocan un desbalance en la cantidad de vitaminas necesarias.
De la misma manera un deportista debe consumir un mayor aporte vitamínico adecuado por el esfuerzo físico que realiza.
Si bien las necesidades orgánicas sean de miligramos o incluso microgramos, “son nutrientes esenciales, por el cual no podemos sintetizarlas”. Entonces debemos ingerirlas obligatoriamente con la alimentación.
Una excepción es la vitamina D, que se puede formar en la piel con la exposición al sol, y las vitaminas K, B1, B12 y ácido fólico, que se forman en pequeñas cantidades en la flora intestinal.
La dieta debe ser equilibrada y excesiva en productos frescos y naturales, para disponer de todas las vitaminas necesarias, privilegiando más los alimentos de fuerte densidad nutricional. Ejemplo: las legumbres, cereales y frutas, solamente calóricos.
Otro aspecto importante a valorar es la conservación y cocción de los alimentos, ya que se producen pérdidas vitamínicas inevitables. El agua, el calor y el tiempo disminuyen el nivel vitamínico de los alimentos por una oxidación acelerada.
Algunas personas, o ciertos grupos, cuentan con carencias vitamínicas sistemáticas. Dentro de estos grupos de riesgo están las personas que realizan una restricción calórica permanente al tiempo que desarrollan mucho ejercicio, como son las gimnastas o bailarinas, personas muy preocupadas con su figura que realizan regímenes muy desequilibrados en su contenido, consumidores de comidas rápidas por razones laborales. También los vegetarianos, ya que tendrían carencias de las vitaminas contenidas en los productos cárnicos y lácteos.
(Gil, 2005, pág. 61)

Son indispensables para el mantenimiento de la vida, actuando como biocatalizadores en multitud de reacciones bioquímicas. Las vitaminas suelen ser coenzimas o componentes de coenzimas.
(Bean, 1998, pág. 76)

Clasificación

Las vitaminas ponen en marcha y estimulan prácticamente todas las actividades bioquímicas del organismo necesarias para la vida y la salud.
Las 13 vitaminas esenciales se dividen en dos grupos. Uno de ellos es el de las vitaminas solubles en agua (o hidrosolubles). Deben ser re obtenidas a diario, dado que son rápidamente excretadas. Entre ellas se cuentan la vitamina C y la familia del complejo vitamínico B. El segundo grupo consiste en las vitaminas solubles en grasas (o sea, liposolubles), que el cuerpo es capaz de almacenar durante semanas o meses. “Las liposolubles son las vitaminas A, D, E y K, existen, asimismo, muchos nutrientes del tipo de las vitaminas, no reconocidos oficialmente como tales pese a que sus funciones son similares. La coenzima Q10, el acido alfa-lipoico, el betacaroteno y otros carotenoides, así como la quercetina y otros flavonoides, figuran entre dichos nutrientes parecidos a las vitaminas”.
(Brown & Chalem, 2010, pág. SP)

Vitaminas liposolubles:
ü  vitamina A o retinol,
ü  vitamina D o calciferol,
ü  vitamina E o tocoferol,
ü  vitamina K o filoquinona.
 Vitaminas hidrosolubles:
ü  Complejo B
-       vitamina B1 o tiamina,
-       vitamina B2 o riboflavina,
-       vitamina B3 o niacina,
-       vitamina B5 o ácido pantoténico,
-       ácido pantoténico,
-       vitamina B6 o piridoxina,
-       vitamina B9 o ácido fólico,
-       ácido fólico,
-       vitamina H o biotina,
-       vitamina B12 o cianocobalamina.
ü  Vitamina C o ácido ascórbico
(Gil-Antuñano, Montalvo Zenarruzabeitia, & Ribas Camacho, 2009, pág. 9)

VITAMINAS HIDROSOLUBLES

La vitamina C o ácido ascórbico

Mejora la combustión de las grasas corporales, que son la mejor fuente de energía para el cuerpo durante un esfuerzo prolongado. Mejora también la capacidad aeróbica. En un experimento se dio 2.000 mg de vitamina C a un gripo de deportistas, mientras que otro grupo tomaba un placebo y se les realizo un test de resistencia a gran altitud. En el grupo con suplemento, la resistencia fue superior en un 26% a la constatada en el grupo placebo. La vitamina C también es necesaria en el organismo para secretar las catecolaminas como respuesta al estrés físico.
(Souccar, 2001, pág. 156)

La vitamina C procede en el organismo como transportadora de oxígeno e hidrógeno, “participa como coenzima en la síntesis del colágeno y de la noradrenalina (un neurotransmisor de la señal nerviosa)”, lo que hace ser indispensable para el buen funcionamiento de las hormonas anti estrés producidas por las glándulas suprarrenales.
(Gil, 2005, pág. 69)

Participa también en el metabolismo de los lípidos y de ciertos aminoácidos y estimula las defensas contra las infecciones. Es esencial para la formación del tejido conjuntivo (que mantiene unidas las estructuras del organismo). Contribuye a la absorción del hierro y a la recuperación de quemaduras y heridas. Al igual que la vitamina E, la vitamina C es un antioxidante. “El embarazo, la lactancia, la hiperfunción de la glándula tiroides (tirotoxicosis), los distintos tipos de inflamación, la cirugía y todas las quemaduras pueden aumentar significativamente las exigencias de vitamina C del cuerpo y el riesgo de una deficiencia”.
(Beers, Berkow, & Fletcher, 2007)

Carencia
La carencia de vitamina C produce la enfermedad denominada escorbuto. Hoy en día esta enfermedad rara vez se presenta ya que las necesidades diarias se cubren ingiriendo verduras crudas y frutas frescas (especialmente cítricos). Las mejores fuentes de alimentos son las frutas y verduras, preferentemente ácidos y frescos.
Si las verduras y frutas deben ser cocinadas, deben cocerse durante poco tiempo y en poca cantidad de agua. Es muy sensible a la luz, a la temperatura y al oxígeno del aire. Por ejemplo un zumo de naranja pierde la casi totalidad de vitamina C si no se consume antes de los 15 ó 20 minutos de haberlo preparado. Además se elimina a las pocas horas de ingerirla, por lo que es aconsejable consumir alimentos ricos en vitamina C varias veces al día.
La ingesta diaria recomendada es de 60 mg. Hay situaciones donde los requerimientos son mayores, como en situaciones de alcoholismo, tabaquismo, gestación, lactancia y en deportistas. Pueden observarse carencias en personas que consuman una dieta sin vegetales ni fruta, personas de edad avanzada con dietas limitadas, o en lactantes entre 6 y 12 meses, que se alimentan con leche de vaca.
(Gil, 2005, pág. 69)
Los síntomas iniciales incluyen irritabilidad, dolor al moverse, pérdida de apetito e incapacidad para ganar peso. Los huesos son finos y las articulaciones pueden hacerse prominentes. Son típicas las hemorragias debajo del tejido que cubre los huesos (periostio) y alrededor de los dientes.
En los adultos se puede producir escorbuto cuando la alimentación es restringida, conteniendo solamente carne deshidratada y harina o té, tostadas y vegetales envasados, los típicos alimentos de las personas de edad avanzada que han perdido el interés por la comida. A los pocos meses de seguir una dieta similar, se producen hemorragias debajo de la piel, especialmente alrededor de los folículos pilosos, debajo de las uñas de los dedos de las manos, alrededor de las encías y en el interior de las articulaciones. La persona se siente deprimida, cansada y débil. La presión arterial y la frecuencia cardíaca varían constantemente. Los resultados del análisis de sangre muestran una concentración muy baja de vitamina C.
En lactantes y adultos, el escorbuto se trata con elevadas dosis de vitamina C durante una semana, seguida de dosis más reducidas durante un mes.
(Beers, Berkow, & Fletcher, 2007)
Hace varios siglos era una enfermedad habitual en las tripulación es de barcos que estaban varias semanas sin tocar tierra y por consiguiente no se podían alimentar de alimentos frescos.
(Gil, 2005, pág. 69/70)

Exceso de vitamina C
Dosis elevadas de vitamina C (de 500 miligramos a 10 gramos) han sido aconsejadas para prevenir el resfriado común, la esquizofrenia, el cáncer, la hipocolesterolemia y la arteriosclerosis. Sin embargo, estas recomendaciones tienen escaso o ningún apoyo científico.
 Dosis de más de 1000 miligramos al día provocan diarrea, cálculos renales en personas propensas y alteraciones en el ciclo menstrual. La interrupción repentina de estas dosis elevadas puede provocar escorbuto de rebote.
(Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 706)
Complejo B:
Es indispensable para que los hidratos de carbono se transformen en energía y también imprescindible en la transmisión del impulso nervioso.
Las necesidades diarias o cantidad diaria recomendada (CDR) está establecida en 1,4 mg al día, aunque serán mayores si la ingesta de hidratos de carbono se ve aumentada o durante el embarazo o la lactancia. También aumentan si se consumen sustancias antagonistas a ella, como son el tabaco y el alcohol, ya que reducen la capacidad de asimilación de esta vitamina, por lo que las personas que beben, fuman o consumen mucho azúcar necesitan más vitamina B1.
Cuando se produce una carencia importante de esta vitamina puede ocasionarse el beriberi, enfermedad que es frecuente en algunos países asiáticos, donde el principal y casi único alimento que consumen los más pobres es el arroz blanco. Cuando la carencia no es tan radical, se producen trastornos cardiovasculares, como sensación de opresión en el pecho, brazos y piernas dormidos, y también alteraciones neurológicas y psíquicas, como cansancio, irritabilidad, pérdida de concentración o depresión. Por eso se dice que esta vitamina es la gran aliada del estado anímico, por su efecto beneficioso sobre el sistema nervioso y la actividad mental.
(Gil, 2005, pág. 63)

Carencia
La vitamina B1 (tiamina) es esencial para un cierto número de reacciones que implican enzimas, incluyendo las que intervienen en la obtención de energía a partir de la glucosa. Se puede producir una deficiencia de vitamina B1 cuando estos alimentos están ausentes de la dieta. Se destruye con facilidad con las temperaturas de cocción, pero aguanta bien en los alimentos congelados. Sus fuentes más importantes son la carne de cerdo, las legumbres, el hígado, los cereales integrales, la levadura y los huevos. (Gil, 2005, pág. 63)

“Los asiáticos corren el riesgo de deficiencia de vitamina B1 porque su alimentación consiste principalmente en arroz refinado. Sin embargo, hervir el arroz antes de quitarle la cáscara hace que se disemine la vitamina por todas partes del grano, preservándola y conservando todas sus propiedades”.
Esta carencia puede también ser el resultado de una reducción de la absorción provocada por diarrea crónica o por un incremento en la necesidad de la vitamina causado por situaciones tales como el hipertiroidismo, el embarazo o la fiebre. Las personas que sufren de alcoholismo grave sustituyen el alimento por el alcohol, reduciendo de ese modo el consumo de todas las vitaminas, incluyendo la B1. En consecuencia, dichas personas corren el riesgo de desarrollar trastornos de deficiencia nutricional.” (Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 702)
Síntomas y tratamiento
Los síntomas comienzan en forma de cansancio, irritabilidad, pérdida de la memoria y del apetito, trastornos del sueño, malestar abdominal y pérdida de peso. Si hay una carencia importante de vitamina B1 se produce la enfermedad que llamamos beriberi caracterizada por alteraciones nerviosas, cerebrales y cardíacas. En todas las formas de beriberi se altera el metabolismo de los glóbulos rojos y se reducen de una manera pronunciada los valores de vitamina B1 en la sangre y en la orina. (Beers, Berkow, & Fletcher, 2007)
Beriberi seco:
 Las alteraciones nerviosas comienzan con una sensación de pinchazos (hormigueo) en los dedos de los pies, una sensación de ardor en los pies especialmente intensa por la noche, calambres musculares en las pantorrillas y dolor en las piernas y en los pies. Cuando la persona tiene también deficiencia de ácido pantoténico, los síntomas pueden agravarse. Los músculos de la pantorrilla pueden debilitarse. Enderezarse se convierte en una maniobra difícil y disminuye la sensibilidad a las vibraciones de los dedos de los pies. En algunos casos, los músculos del muslo y la pantorrilla pueden disminuir de tamaño (atrofia) y se desarrollan pies y dedos de los pies en péndulo (afecciones en las que el pie o los dedos de los pies cuelgan fláccidos y no se pueden levantar) debido a que los nervios y los músculos no están funcionando apropiadamente. Puede también desarrollarse mano péndula. (Beers, Berkow, & Fletcher, 2007)
Beriberi cerebral:
Las alteraciones cerebrales (el síndrome de Wernicke-Korsakoff o beriberi cerebral) son a menudo el resultado de una deficiencia repentina y grave de vitamina B1 que se instaura sobre una deficiencia crónica ya existente y que puede estar causada por una ingestión excesiva de alcohol o por vómitos abundantes durante el embarazo. Los síntomas tempranos de beriberi cerebral comprenden confusión mental, laringitis y visión doble. Posteriormente, una persona puede sufrir una alteración de su comportamiento e inventar hechos y experiencias (fabulación) para rellenar las lagunas de la memoria. Si no se trata la encefalopatía de Wernicke (una parte del síndrome de Wernicke-Korsakoff), los síntomas pueden agravarse causando un estado de coma e incluso la muerte. Se trata de una urgencia médica cuyo tratamiento consiste en la administración durante varios días de vitamina B1 por vía intravenosa en dosis 100 veces superiores a la cantidad diaria recomendada, seguida de la administración por vía oral de la vitamina en dosis de 10 veces la cantidad diaria recomendada hasta que los síntomas desaparezcan. La recuperación es a menudo incompleta porque puede ocasionar cierto grado de daño cerebral irreversible. (Beers, Berkow, & Fletcher, 2007)
Beriberi húmedo:
 Las alteraciones cardíacas (beriberi húmedo) se caracterizan por un aumento del volumen de sangre expulsado por el corazón, una frecuencia cardíaca rápida y la dilatación de los vasos sanguíneos, haciendo que la piel esté caliente y húmeda. Debido a la carencia de vitamina B1, el corazón no puede mantener este elevado volumen de gasto cardíaco y se produce insuficiencia cardíaca con distensión venosa, ahogo y retención de líquidos en los pulmones y en los tejidos periféricos. El tratamiento consiste en la administración de vitamina B1 por vía intravenosa a una dosis de 20 veces la cantidad diaria recomendada, durante 2 o 3 días, seguido de la administración de la vitamina por vía oral. (Beers, Berkow, & Fletcher, 2007)
Beriberi infantil:
Se produce en los lactantes amamantados por una madre con deficiencia de vitamina B1. Esta enfermedad se caracteriza por insuficiencia cardíaca, afonía y lesiones de los nervios periféricos, típicamente entre los dos y cuatro meses de vida. Las alteraciones cardíacas por lo general se resuelven rápida y completamente cuando se tratan con vitamina B1.
(Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 702/703)

Fuente:
La principal fuente de vitamina B1, y de la mayoría del grupo B, deberían ser los cereales integrales, pero el empleo generalizado de harina blanca y cereales refinados ha dado lugar a que exista un cierto déficit en los países industrializados.
(Gil, 2005, pág. 63)

Vitamina B2 o riboflavina

La vitamina B2 o riboflavina, al igual que la vitamina B1, actúa como coenzima, lo que significa que debe combinarse con una porción de otra enzima en el metabolismo de los glúcidos, grasas y especialmente en el metabolismo de las proteínas que participan en el transporte de oxígeno, para proporcionar energía al interior de las células.
Es necesaria para el crecimiento y muy importante en la reproducción celular.
Sirve además para mantener la buena salud de la piel, las uñas y el cabello. También ayuda al sistema inmunológico a mantener en buen estado las membranas mucosas que forman el aparato respiratorio y el digestivo.
Su absorción y retención es mayor cuando el balance nitrogenado es positivo (crecimiento, embarazo, entrenamiento de la fuerza y/o la hipertrofia) y menor cuando es negativo (vejez, enfermedad).
Es una vitamina muy estable incluso a temperaturas elevadas, pero sin embargo es destruida fácilmente por la luz, especialmente por la ultravioleta. (Gil, 2005, pág. 64)

Carencia
Aunque no suele haber estados carenciales con una alimentación normal, sí es frecuente entre las embarazadas, ancianos y también en quien usa de manera prolongada anticonceptivos o antidepresivos y especialmente en los casos de alcoholismo y tabaquismo crónico o en las zonas donde la alimentación está formada principalmente por arroz sin cáscara. En el caso de los deportistas hay que considerar que si se aportan más calorías a la dieta es necesario aportar el mismo incremento de riboflavina, para que no se origine una situación carencial.
Los síntomas que hacen sospechar una carencia de vitamina B2 son la sensación de falta de energía, el nerviosismo y la depresión, generándose también trastornos oculares, bucales y cutáneos ( heridas en las comisuras de la boca, seguidas por grietas en los labios que pueden dejar cicatrices). Si se desarrolla candidiasis (una infección por hongos) en dichas zonas, pueden aparecer manchas blanco-grisáceas. La lengua se vuelve rojo-purpúrea y grasienta (saburrosa) y a veces aparecen manchas en la zona que se encuentra entre la nariz y los labios. En ocasiones, crecen vasos sanguíneos en el interior de la córnea, provocando molestias al exponerse a la luz. En los varones, se inflama la piel del escroto. Los síntomas desaparecen rápidamente cuando se tratan con suplementos de vitamina B2 de hasta 10 veces la cantidad diaria recomendada.
(Gil, 2005, pág. 64)

Fuente
La principal fuente se encuentra en carnes, pescados y alimentos ricos en proteínas en general, además de los frutos secos, cereales integrales, las legumbres, hígados y productos lácteos. Se necesita un aporte diario de 1,6 mg. 64.
(Torrandell, y otros, pág. 565)

Vitamina B3, niacina o nicotinamida

La niacina juega también un papel importante en la producción de energía, ya que es un componente de las coenzimas NAD y NADP que se encuentran presentes en todas las células y son indispensables en las reacciones de oxidación-reducción que tienen lugar en la degradación de los hidratos, lípidos y proteínas, por lo que su déficit afecta sobre todo a las células de mayor actividad metabólica. Es esencial para el buen mantenimiento de la piel, el sistema nervioso y el sistema digestivo.
Nuestro organismo es capaz de producir una cierta cantidad de niacina a partir del triptófano, aminoácido esencial que forma parte de muchas proteínas, al crearse un miligramo de niacina por cada 60 miligramos de triptófano.

Carencia
La deficiencia de vitamina B3 provoca una enfermedad conocida como pelagra o síndrome de las tres D, ya que sus síntomas característicos son la demencia, la dermatitis y la diarrea, cuando la enfermedad se encuentra en un estado avanzado. Esta enfermedad era habitual durante el siglo XVIII en países como España, Italia o Estados Unidos. Aún hoy en día es frecuente en países del Tercer Mundo, que se alimentan a base de maíz o de sorgo. (Gil, 2005). Tambien provoca vasodilatación, rubor y picazón en la piel. (Coniglio, y otros, 2000, pág. 223)

Beneficios
Ingerida en dosis elevadas contribuye a mejorar el perfil lipídico, al disminuir el colesterol LDL o colesterol malo, y los triglicéridos, y aumentar el colesterol HDL o colesterol bueno. Pero esas altas dosis pueden también provocar molestias gástricas, picor y enrojecimiento de la piel.
Podemos encontrar esta vitamina principalmente en la levadura de cerveza, frutos secos, setas, carne, pescado, queso y cereales integrales. Sin olvidar que los alimentos ricos en triptófano, como los huevos y la leche, contribuyen a asegurar la ingesta de niacina. El aporte diario recomendado es de 18 mg.
(Gil, 2005, pág. 65/66)

Fuente:
Se la encuentra en levaduras secas, hígado, carne, pescados, legumbres, productos con cereales integrales enriquecidos.
(Coniglio, y otros, 2000, pág. 223)

Vitamina B5 o Ácido pantoténico

La principal acción del ácido pantoténico es la de mantener y transportar los ácidos grasos mientras sus cadenas son modificadas.
Fuentes
Se encuentra en gran cantidad y variedad de alimentos, pantothen en griego significa «en todas partes». Los alimentos más ricos en ácido pantoténico son las vísceras, la levadura de cerveza, la yema de huevo y los cereales integrales.
Carencia
Al abundar en los alimentos no es frecuente que se produzcan situaciones carenciales.
Su ausencia genera una disminución en las defensas ante casos de infecciones, hemorragias, debilidad y mareos. Su dosis recomendada es de 6 mg al día.
(Gil, 2005, pág. 69)

Vitamina B6 o piridoxina

Actúa en una gran cantidad de reacciones metabólicas, fundamentalmente relacionadas con el metabolismo de los aminoácidos, incluida la conversión de triptófano en ácido nicotínico.
Esto quiere decir que se necesita en mayor cantidad si la ingesta de proteínas aumenta, ya que está relacionada con el contenido proteico de la dieta.
Por otra parte es necesaria para la producción de varios neurotransmisores, como la serotonina, por lo que contribuye a mantener en buenas condiciones nuestro sistema nervioso.
También es necesaria para modular los efectos de las hormonas sexuales.
Fuentes
 Se encuentra ampliamente distribuida en los alimentos, y abunda en cereales integrales, nueces, todo tipo de frutos secos, plátanos, yema de huevo, patatas, verduras, carnes y pescados, por lo que su carencia es muy rara. Pero hay que considerar que es muy frágil en lo que respecta a la conservación de su contenido por causas de cocción o almacenamiento. Los congelados disminuyen su contenido en un 40% y las conservas un 45%.
Carencia
Su deficiencia puede provocar depresión del sistema inmune, nerviosismo, insomnio e incluso lesiones en la mucosa oral. El aporte necesario es de 2 mg al día.
(Gil, 2005, pág. 66)

Vitamina B8, H o Biotina

Supuesta originalmente como vitamina B8, o también vitamina H, tiene diversas funciones: está implicada en la síntesis de ADN, participa en el mantenimiento del nivel de glucosa en sangre y además está involucrada en diferentes reacciones.
Fuentes
Se encuentra en las vísceras, el queso, las legumbres y la yema del huevo, y como sus necesidades o cantidad diaria recomendada es mínima, su carencia sólo aparece en personas que comen mucho huevo crudo debido a la presencia de avidita, que es una proteína del huevo que se destruye con el calor y que impide la absorción de la biotina, en ese caso su carencia produce dermatitis escamosa, atrofia de la lengua y anorexia.
Carencia
Su déficit produce inflamación de la piel y de los labios. (Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 697)
También produce fatiga y depresión.
La dosis diaria recomendada es tan sólo de 15 mg.
 (Torrandell, y otros, pág. 565)

Vitamina B9, Ácido fólico o folacina

Anteriormente conocido como vitamina B9, el ácido fólico interviene en numerosas reacciones orgánicas, algunas tan fundamentales como la síntesis de precursores de ácidos nucleicos o el metabolismo de los aminoácidos. Es importante para la correcta formación de las células sanguíneas, ya que es componente de algunas enzimas necesarias para la formación de glóbulos rojos. Su presencia está muy relacionada con la vitamina B12.
Es una vitamina fundamental durante el embarazo, ya que juega un papel básico en el proceso de multiplicación celular, y ayuda además a prevenir el riesgo de defectos de nacimiento en el cerebro y médula espinal. Hay estudios que demuestran que las mujeres que consumen la cantidad diaria recomendada de esta vitamina desde antes de la concepción y durante los primeros meses de embarazo reducen el riesgo de tener un bebé con defectos de nacimiento en el cerebro y en la columna vertebral. Por otra parte el ácido fólico ayuda a prevenir cierto tipo de enfermedades cardiovasculares.
(Gil, 2005, pág. 68)

Carencia
Al ser un factor antianémico, porque es necesaria para la formación de las células sanguíneas, su carencia produce anemia megaloblástica, trastornos neurológicos y digestivos. En los niños el déficit detiene el crecimiento y disminuye la resistencia a enfermedades.
(Torrandell, y otros, pág. 565)

Fuentes
El ácido fólico se puede obtener principalmente de verduras verdes, levadura de cerveza, cereales integrales, frutos secos, carnes y patatas. La dosis diaria recomendada es de 0,2 mg debiendo incrementarse al doble, es decir 0,4 mg en caso de embarazo.
(Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 697)

Vitamina B12 o cianocobalamina

Resulta indispensable para la formación de glóbulos rojos y para el crecimiento corporal y regeneración de los tejidos. Como el resto de vitaminas pertenecientes al complejo B actúa como coenzima en varias funciones metabólicas de hidratos de carbono, grasas y en síntesis de proteínas, normalmente en colaboración con el ácido fólico.
La vitamina B12 procedente de la dieta precisa un mecanismo complicado para su absorción.
Se debe unir a una proteína segregada por el estómago (factor intrínseco) que permite su absorción en el intestino. Por causas genéticas, algunas personas pueden tener problemas para producir este factor intrínseco y padecer síntomas de deficiencia. También el alcohol actúa como antagonista, por lo que se requieren dosis más elevadas en situaciones de embarazo o por el excesivo funcionamiento de la glándula tiroides (hipertiroidismo).
Pero la principal población de riesgo por carencia de esta vitamina son los vegetarianos estrictos o veganos.

Carencia
La carencia o el déficit de esta vitamina da lugar a la llamada anemia megaloblástica (palidez, cansancio, debilidad, etc.), así como a trastornos neurológicos y digestivos, pero a diferencia de otras vitaminas hidrosolubles se acumula en el hígado donde se metaboliza, por lo que hay que estar períodos muy prolongados sin su aporte en la dieta para que se produzcan estados carenciales.
(Torrandell, y otros, pág. 565) (Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 705)

Fuentes
Las fuentes más importantes de esta vitamina son los alimentos de origen animal, como hígado, carnes, vísceras, pescados, mariscos, huevos y en menor cantidad en la leche y sus derivados.
Actualmente se afirma que la flora bacteriana de nuestro intestino grueso puede producirla en cantidades suficientes. En realidad, sólo se ha detectado esta carencia en vegetarianos estrictos, como ya hemos indicado, que no consumen ni huevos ni lácteos y que padecen algún tipo de trastorno intestinal.
Su aporte necesario es de 1 mg al día.
(Gil, 2005, pág. 67)

VITAMINAS LIPOSOLUBLES

“Tienen esta denominación porque son las que se disuelven en disolventes orgánicos, aceites y grasas. Las vitaminas liposolubles se almacenan en el hígado y en el tejido adiposo, por lo que es posible, si se ha efectuado un aprovisionamiento suficiente, subsistir por un período de tiempo sin su aporte.”
No se absorben ni se eliminan rápidamente, si se realiza una ingesta desmesurada de más de diez veces las cantidades recomendadas, puede originar trastornos por intoxicación.
Este grupo de vitaminas suele estar contenido en alimentos grasos y a diferencia de las hidrosolubles, son insuficientemente alterables.
(Gil, 2005, pág. 70/71)

Vitamina A o retinol

No se trata de una sola sustancia, sino de un grupo de sustancias químicamente relacionadas.
La vitamina A sólo está presente como tal en los alimentos de origen animal, en los vegetales se encuentra en forma de carotenos, precursores de vitamina A que se transforman en el cuerpo humano.
La función principal que tiene es la protección de la piel y su intervención en el proceso de visión de la retina. También participa en la elaboración de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. Además es una sustancia antioxidante, ya que elimina radicales libres y protege al ADN de su acción mutágena y contribuye a frenar el envejecimiento celular.
(Gil, 2005, pág. 71)

Carencia
La vitamina A es esencial para la visión, el crecimiento de células epiteliales y el sistema inmune.
Puede haber déficit en enfermos pancreáticos y alcohólicos. La alteración carencial puede producir ceguera nocturna, desecación en la piel y en los ojos, y en niños puede provocar un retardo en el crecimiento.
El consumo de alimentos ricos en vitamina A es aconsejable en personas propensas a padecer infecciones respiratorias, problemas oculares o con la piel seca o escamosa.
(Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 696) (Coniglio, y otros, 2000, pág. 223)

Fuentes
Se encuentra principalmente en el hígado de ternera, el aceite de hígado de pescado o la leche, sus precursores o carotenoides están en vegetales como la zanahoria, las espinacas, el pimentón rojo, la lechuga o las ciruelas. Las necesidades diarias son de 0,75 mg o lo que es lo mismo, 2.500 unidades de retinol.
(Gil, 2005, pág. 72) (Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 695)

 

Vitamina D

A este grupo pertenecen dos sustancias, el ergocalciferol y el colecalciferol. Es fundamental para la absorción del calcio y del fósforo en el intestino, ya que la vitamina D se convierte en sustancias que intervienen en el metabolismo del calcio, y estimulan su absorción intestinal y también actúa modulando la respuesta inmune.
Nuestro organismo la puede sintetizar formándola en la piel con la acción solar de los rayos ultravioleta, por lo que podemos sustituir la acción de tomar el sol por la dieta para cubrir las necesidades diarias.
En países no soleados o en el caso de personas que no se exponen nunca al sol, como es el caso de los bebés, el déficit de vitamina D puede producir descalcificación de los huesos, caries dentales o incluso raquitismo. Su dosis diaria recomendada es de 400 unidades.

Carencia:
Crecimiento y reparación de los huevos de forma anormal, raquitismo en los niños, osteomalacia en los adultos, espasmos musculares (ocacionales).
(Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 696)

Fuente
Se la puede encontrar en: lácteos, los huevos, aceite de hígado de pescado, espinaca, repollo, zanahoria, levadura irradiada, naranja y avena.
(Valli & Bustos, 2010, pág. 116)

Vitamina E

Esta vitamina se encuentra en formas químicas diferentes: los tocoferoles y los tocotrienoles, presentes ambos en los vegetales, aceites, frutas secas y cereales integrales.
Posiblemente sea uno de los antioxidantes más conocidos, junto con la vitamina C, por la población, ya que cada vez se le relaciona más con efectos protectores contra el envejecimiento.
A modo de ejemplo, se pueden citar varias acciones: impide la oxidación del colesterol “malo”, y aumenta así la salud cardiovascular, protege de algunos tipos de cáncer y parece tener también cierta acción protectora, junto a la vitamina C, sobre enfermedades degenerativas cerebrales.
A nivel celular, tiene una importante acción protectora sobre los ácidos grasos insaturados que forman parte de unos compuestos llamados fosfolípidos, que componen las membranas celulares. La oxidación de estas sustancias provoca cambios muy importantes a nivel celular, que dificultan la relación de la célula dañada con su entorno.
Gracias a su capacidad para captar el oxígeno, actúa como antioxidante en las células frente a los radicales libres presentes en nuestro organismo, así al impedir la oxidación de las membranas celulares permite una excelente nutrición y regeneración de los tejidos. Por eso es muy importante asegurarnos un aporte suficiente de vitamina E para que éstos sean totalmente funcionales.
En el organismo se encuentran fundamentalmente en el tejido graso y las glándulas adrenales.
Sus necesidades aumentan si la ingesta de ácidos grasos insaturados es elevada y también durante la práctica deportiva.
Hay que tener en cuenta que con la cocción de los alimentos se destruye gran parte de esta vitamina.
(Gil, 2005, pág. 72/73)

Carencia
Su déficit puede producir alteraciones musculares, daños en la retina, detención del crecimiento en niños.
La ingesta diaria recomendada es de 10 mg.
(Gil, 2005, pág. 73) (Beers, Berkow, & Fletcher, 2007, pág. 696)

Fuente:
La vitamina E se la encuentra en semillas, aceite de oliva, manteca, margarina, verduras de hoja y legumbres. (Torrandell, y otros, pág. 565)

Vitamina K

Existen tres grupos de sustancias con la actividad de la vitamina K:
ü  Filoquinona, de origen vegetal, se encuentra en la col, la coliflor y los vegetales verdes.
ü  Menaquinona, la sintetizan las bacterias intestinales.
ü  Menadiona no se encuentra libre en la naturaleza, pero es la vitamina K más utilizada.
La ingesta diaria recomendada es de tan sólo 40 mg.
(Gil, 2005, pág. 74)

Carencia:
La ausencia de la vitamina K produce hemorragias, por esta razón la vitamina K también se la denomina antihemorrágica, ya que es fundamental en los procesos de coagulación de la sangre, por lo que su deficiencia, que es muy poco habitual, produce dificultades en la coagulación sanguínea.
(Coniglio, y otros, 2000, pág. 223) (Valli & Bustos, 2010, pág. 116)

Fuente:
La vitamina K se la puede encontrar en las verduras, en los tomates, en la alfalfa, en las carnes y en la leche. (Valli & Bustos, 2010, pág. 116) . También se la encuentra en vegetales de hojas verdes, en el hígado y en la yema de huevo. (Torrandell, y otros, pág. 565)



Bibliografía

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Beers, H. M., Berkow, R., & Fletcher, A. J. (2007). Manual MERCK. España: Oceano.
Brown, L., & Chalem, J. (2010). Vitaminas y minerales esenciales para la salud. Madrid: Ediciones Nowtilus S.L.
Coniglio, F., Barderi, M. G., Capurro, M. H., Fernandez, E. M., Franco, R., Frascara, G. J., y otros. (2000). Educacion para la salud. Argentina: Santillana.
Gil, M. A. (2005). Manual de nutricion deportiva. España: Editorial Paidotribo.
Gil-Antuñano, N. P., Montalvo Zenarruzabeitia, Z., & Ribas Camacho, A. M. (marzo de 2009). Alimentacion, nutricion, e hidratacion en el deporte. madrid, España: Editado por el Consejo Superior de Deportes.
Kornblit, A. L., & Mendes Diz, A. M. (2005). Salud y Adolescencia. Buenos Aires: Editorial Aique.
Souccar, T. (2001). Revolucion de las vitaminas. España: Editorial Paidotribo.
Torrandell, M. B., Camponar Cerda, M. A., Pons Forcades, J., Galdon, O., Gatica, P., Gerona, T., y otros. Manual de educacion fisica y deportes. españa: Editorial Oceano.
Valli, R. M., & Bustos, D. O. (2010). Adolescencia y Salud. Bookbuilders: Santillana.


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